La acción y efecto de aceptar. Esto significa que debemos
como personas que somos, aceptar a quienes nos rodean sean como sean.
Realmente todos somos únicos, tanto en nuestra perspectiva de
la vida como en nuestras actitudes, sentimientos y experiencias. Nunca ha
habido un duplicado exacto de nosotros, ni nunca lo habrá.
Todos somos diferentes, cada uno con sus virtudes y defectos.
Lo lamentable es que estas diferencias a menudo pueden llevar (si no se
gestionan bien) a conflictos sin resolver, a estrés y decepciones. Hay que
aprender a aceptar a los demás y a uno mismo. No podemos culpar a los demás por
no ser como a nosotros nos gustaría.
Hay personas que vienen de diferentes culturas y por eso no
aceptamos sus tradiciones, costumbres y forma de actuar. En esas situaciones
debemos intentar hacerles sentir cómodos fuera de su ciudad y no reírnos de
ellos, ni de sus culturas porque a nadie le gustaría que se rieran de sus
orígenes, al igual que nosotros podríamos reírnos de ellos, ellos podrían
hacerlo de nosotros.
Alejandra Flores, Raquel y Elena.
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